Recorriendo un camino ficticio entre el mas puro barroco berniniano y la noticia más bizarra de la web se hallan las bases esteticas y conceptuales de la obra escultorica de Lorena Guzman quien, con mas de 40 obras de tamaño natural en su haber, une el afecto y admiracion por la raza animal con una visión algo irónica de temas clasicos de la historia del arte y situaciones absurdas de la vida moderna. En su taller se gestan ideas y premoniciones, Asterios adolescente se asoma a mirar el paisaje, a decifrar un camino e imaginar como será la vida mañana, mientras Louis, un pulpo super inteligente, arma y desarma una y otra vez el muñeco cara de papa que le han dado como regalo de cumpleaños, bolsos abandonados con pequeños seres hervíboros en su interior, chihuahuas voladores, ratas suicidas, pollos sin cabeza, niños peludos con gatos pelados, tortugas con primaveras freakis, chanchos desnudos, Ledas con cisnes, Perseos con pesadillas... y un largo etcétera de seres similares que habitaron la mente de la artista, surgieron todos de la misma arcilla para volverse a mezclar en ella y esperar en el barro la nueva inspiración.